A lo largo de mi vida estudiantil, la que culminó en la Universidad con el título de Ingeniero Civil, dando ésta continuidad a la laboral, la que a su vez concluyó con la jubilación, mi vida transcurrió por los cauces de las Ciencias Exactas: matemáticas, geometría, trigonometría, etc., en las que siempre 2+2=4.
A la vez paralelo a esto, y producto de como ya he comentado en otras ocaciones, que siempre he sido un amante de toda la belleza que encierra la vida, fue lo que propició que al unísono con el trabajo me fuera interesando en las Artes Plásticas.

Tomando por primera pincel y tubos de óleos en mis manos
De las tres fundamentales: pintura, arquitectura y escultura, logré incorporar en gran medida la segunda de éstas al desarrollo de mi trabajo como Ingeniero Civil, y la primera, la pintura, la tomé posterior a mi jubilación, tomando por primera vez un pincel y tubos de óleos en mis manos a partir de los 60 años.
Y lo que comenzó siendo un simple entretenimiento, y por que no decirlo, también una busca de una solvencia económica extra, se convirtió en muy poco tiempo en pasión.
Sobre mi inclinación por libros sobre la historia del arte y biografías de algunos pintores
Ya anterior a introducirme en este mundo de la pintura, y producto de que desde mi primera juventud comenzó mi adicción a la lectura, tuve la oportunidad e inclinación de forma aleatoria leer libros sobre la historia del arte y biografías de algunos pintores y de algunas de sus obras.
Contradicción con la pintura que me apasiona hacer
A medida que me fui interesando más y más por conocer de arte y a la par continuar desarrollando mi pintura realista, empecé a notar corrientes artísticas que entraban en contradicción con la pintura que me gusta hacer.
Es a partir de esa contradicción que surge el encabezamiento que da título a este artículo, y es que he llegado en mi experiencia a la conclusión de que en cualquier actividad humana, por simple que esta sea, puede haber arte. Al menos desde mi perspectiva.
Siendo de este modo, que comencé a ser más selectivo en mis lecturas sobre temas de arte, a la par de continuar con el desarrollo de mi obra de manera siempre constante, sin preocuparme demasiado de si una parte de los que la observaban puedieran ver arte en ella y la otra parte no.
Toma forma clara mi propia valoración de lo que para mí es arte
Y es a partir de lo anterior que comencé a definir con más claridad mi propia valoración de lo que para mí es arte, independientemente al curso que sigue el desarrollo de mi pintura y de opiniones de terceros que también tienen sus propios criterios de lo que para ellos es arte.
Obras de personalidades de la pintura que me satisfacen
Siendo lo anterior lo que me ha permitido de forma totalmente desprejuiciada de cualquier corriente artística actual, e incluso de la tendencia realista que sigue cada vez de forma más marcada mi obra, sin reparo decir que algunas obras de expresionistas abstractos de la talla de Jackson Pollock me satisfacen y hasta llegan a gustarme.
También me gustan las obras del impresionista Van Gogh, así como del impresionista y postimpresionista Joaquín Sorolla, con su muy logrado dominio de las luces en sus pinturas. También admiro sobremanera la pintura de los impresionistas Manet y Monet, no pudiendo dejar de nombrar de los que me vienen en este momento a la mente: como Kandinski, representante genuino del arte moderno y abstacto, a Dalí, padre del surrealismo, del que me atrae y admiro parte de su obra; también Shiskin, maestro de la pintura realista.
Y por supuesto también me parece ineludible referirme en la pintura cubana a figuras como Amelia Peláez y su estilo muy propio que no me deja de ser atractivo, con el que logró recomocimiento tanto nacional como internacional; la obra de Fabelo, que aunque no es de mi gusto sí reconozco que detrás de la misma hay un gran artista, y qué decir de esas dos grandes figuras de la pintura realista contemporánea actual a los que admiro, Luis Torres y Ernesto Estévez.
Y me refiero a este ínfimo número de grandes artistas solo a modo de ejemplo de como pueden ser aceptadas las distintas corrientes del arte cuando no existen intolerancias en la forma de apreciar el arte.
Hay muchos más a los que pudiera hacer referencia por conocer su obra o parte de ella. Y obviamente aún hay muchísimos más, cifra imposible de conocer, que tienen que ser buenos artistas (y también muy buenos) y que por distintas razones me son totalmente desconocidos, y posiblemente la fundamental de estas razones, por la brevedad de nuestras vidas.
Por último, no quiero dejar de señalar a los tantos miles de personas, que en muchas ocasiones son simples obreros de ambos sexos, que sin haberse preocupado nunca siquiera por conocer el significado de la palabra arte, probablemente por verlo como algo muy ajeno a ellos mismos, están haciendo arte sin proponérselo. Incluso sin estar conscientes de que eso que hacen en su trabajo o vida cotidina es arte; y esto simplemente por poseer una gran sensibilidad artística de la que tampoco en muchísimos casos están conscientes de poseer.
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